Existen muchas maneras de categorizar los planes de pensiones, pero la más común es la que se realiza mediante los criterios de riesgo y rentabilidad. De esta forma tenemos:

Renta fija: A corto o largo plazo, pública o corporativa.
Renta variable: Operan con títulos cotizados.
Garantizados: Nunca se pierde el dinero aportado.
Mixtos: Parte de renta variables y parte de renta fija.
Indexados: Aquellos referenciados a índices bursátiles como por ejemplo el IBEX35 español.
Monetarios: De corto vencimiento que invierten en mercados monetarios caracterizados por su alta liquidez.
Garantizados: Son aquellos en los que se garantiza el retorno total de la inversión aportada al plan.
